Eres de las que huye de los frutos secos por miedo a engordar? ¿Los comes sólo cuando te quieres dar un capricho? ¡Meeeec! Error. ¡Los frutos secos son el complemento perfecto para los deportistas! Comiendo un puñadito al día ganas en energía, fibra y vitaminas. ¿Pero y las grasas? Estos diminutos alimentos tienen un bajo contenido de grasas saturadas, por lo que no hay que preocuparse.
“En la composición de los frutos secos destaca la presencia de grasas saludables que ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo” y a incrementar el colesterol bueno, y se convierte en un cardioprotector. De esta manera, nos será de gran utilidad consumir estos alimentos para combatir el estrés, la fatiga diaria o incluso el síndrome premenstrual” explica Noemí Soriano, dietista de la Clínica Zen Salud y Belleza.
¿Qué son? Los frutos secos son alimentos tradicionales de la dieta mediterranea caracterizados por su poca cantidad de agua (están formados por menos de un 50%). Su composición es totalmente natural, sin manipulación humana y se clasifican en dos grandes grupos: los de cáscara dura y los provenientes de frutas desecadas, como las pasas (uvas).
¿Cómo los incorporo a mi dieta? “La cantidad diaria de frutos secos recomendada es de 40gr a días alternos” señala Soriano. Los puedes incluir en tus ensaldas o aperitivos (las tablas de quesos con frutos son una tendencia al alza), como complemento para tus salsas o rebozados, en las sopas y en tus platos más dulces.
Si los conviertes en tu tentempie pueden ayudarte a evitar otros alimentos procesados y pobres en nutrientes como la bollería industrial. Además, su gran variedad (hay más de 20 tipos) hará que no te aburras rápido de ellos. Más: Frutos secos ¡Descúbrelos!
Comentarios