“En la composición de los frutos secos destaca la presencia de grasas saludables que ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo” y a incrementar el colesterol bueno, y se convierte en un cardioprotector. De esta manera, nos será de gran utilidad consumir estos alimentos para combatir el estrés, la fatiga diaria o incluso el síndrome premenstrual” explica Noemí Soriano, dietista de la Clínica Zen Salud y Belleza.
¿Qué son? Los frutos secos son alimentos tradicionales de la dieta mediterranea caracterizados por su poca cantidad de agua (están formados por menos de un 50%). Su composición es totalmente natural, sin manipulación humana y se clasifican en dos grandes grupos: los de cáscara dura y los provenientes de frutas desecadas, como las pasas (uvas).
¿Cómo los incorporo a mi dieta? “La cantidad diaria de frutos secos recomendada es de 40gr a días alternos” señala Soriano. Los puedes incluir en tus ensaldas o aperitivos (las tablas de quesos con frutos son una tendencia al alza), como complemento para tus salsas o rebozados, en las sopas y en tus platos más dulces.
Si los conviertes en tu tentempie pueden ayudarte a evitar otros alimentos procesados y pobres en nutrientes como la bollería industrial. Además, su gran variedad (hay más de 20 tipos) hará que no te aburras rápido de ellos. Más: Frutos secos ¡Descúbrelos!
Comentarios