Sicariatos en Venezuela: la historia de “Brunito”, el joven que pagó 250 dólares por el asesinato de su padre para heredar su fortuna
Santiago Allio Torres, un veinteañero amante de las juergas nocturnas, febril jugador de fútbol sala, entusiasta de los carros de lujo y los viajes al exterior, cometió tres errores antes de contemplar el cadáver tiroteado de su padre. Pronto, serían su condena. Aquella mañana del 24 de febrero pasado, dos criminales sorprendieron a Bruno Allio Bonetto, empresario ítalo venezolano de 59 años, dentro de su camioneta -una Jeep Cherokee, color negro reluciente, del año 2014-. Antes de salir del estacionamiento de su edificio, el Murano, sintió el cañón de una Beretta empuñado contra su costado derecho y escuchó una voz "malandra" a sus espaldas. "Quédate quietecito, que esto es un atraco". Nervioso, aceleró a fondo el vehículo, chocando contra el portón de un conjunto residencial frente a su vivienda. Dos disparos lo frenaron en seco por la retaguardia cuando intentó escapar. Su cuerpo yacía boca arriba sobre el asfalto, inerte, al lad