En la comunidad Pizhumaza, de la parroquia Cojitambo, algo cambió desde hace cuatro meses. De repente empezó a rodar un pequeño auto rojo que en seguida llamó la atención de todos. Era la réplica del Ford Mustang Shelby GT 500, construido de manera artesanal y con materiales reciclados. A primera vista este pequeño auto luce brillante y lujoso, pero al fijarse en los detalles de su interior se nota un trabajo totalmente manual. Pedazos de lata unidos con puntos de suelda eléctrica forman su caparazón, fierros usados dan vida al motor y un trozo de madera recubierto con malla de parlantes como su guardachoque son sólo algunos de sus componentes. La idea de construir un Mustang a escala nació de Franklin Quinche, un joven de 21 años apasionado por la mecánica, que superó con ingenio las limitaciones técnicas y económicas. Con el apoyo de su hermano mayor, Hermel, empezaron esta aventura el 24 de octubre de 2012 y la concluyeron el 28 de octubre de 2015. Franklin se graduó del co
La cinematografía que ha transformado la sociedad, y que ha descubierto su propio lenguaje, en un mundo donde la humanidad, frecuentemente esta en la búsqueda de descubrir nuevos horizontes. El cine nos permite disfrutar de la imaginación de hombres y mujeres que saben contar una historia basada en la realidad o ficción donde la imagen en movimiento habla por si sola. El ingenio de unos se transformo en el disfrute de otros que perdura hasta hoy.