Si aún no las has probado, seguro que caerás rendida ante estas innovadoras texturas oleosas que son ya la nueva tendencia 'beauty' con la que pueden disfrutar todos los tipos de piel.
Los aceites dejan impolutas todas las pieles, incluso los cutis mixtos y grasos que evitaban, hasta ahora, esta clase de formulación oleosa, al descubrir que su suavidad no les impide ser efectivos. Porque en contra de su mala fama, estos limpiadores sí pueden ser usados en pieles grasas, sólo es necesario enjuagarlos muy bien al terminar. Los aceites limpian y no resecan, respetando también las peculiaridades de las pieles sensibles y maduras.
El 'Oil Cleansing Method' o 'Método de Limpieza Facial con Aceite' consigue cada día más adeptas. Con sus texturas sedosas eliminan con suavidad todo maquillaje, así como la suciedad de todo tipo que se acumula en los poros de la piel durante todo el día; y también limpian los restos de sebo que se producen por la noche y quedan depositados en la superficie de la piel.
Contribuye a alisar la piel gracias a que sus fórmulas están enriquecidas con aceites esenciales específicos con excepcionales poderes anti-edad. Resultan también muy eficaces para eliminar incluso el maquillaje waterproof de los ojos sin irritarles, todo lo contrario, sus fórmulas acondicionan perfectamente las pestañas que quedan más flexibles y brillantes.
¿Cómo se usan?
Lo ideal es realizar un doble acto, sobre todo por las noches. Primero desmaquillar para retirar todos los productos que se llevan puestos: fondo de maquillaje, protección solar, sombras, máscara de pestañas...y luego limpiar.
Aceite como desmaquillante: empapar unos discos de algodón -al menos uno para cada ojo- y, mediante toquecitos primero y luego, cuando el rostro esté humedecido con el aceite, hacer ligeras y suaves pasadas siempre desde el centro del rostro hacia los lados. A continuación usar el mismo aceite u otro que tenga diferente composición como limpiador.
Aceite como limpiador: calentar una dosis apropiada entre las manos. A continuación masajear toda la zona mediante movimientos circulares con suavidad. Estos gestos, además de ir arrastrando la suciedad de la capa superior de la piel y de los poros, ayudan a estimular la circulación, de este modo los tratamientos posteriores son captados con mayor efectividad. Tras un par de minutos, aplicar un poco de agua para que el aceite se transforme en una emulsión con la que se continua realizando movimientos lisantes por la cara. Para terminar hay que aclarar minuciosamente la piel, se puede hacer con splash o bien usando una toallita mojada en agua tibia que arrastre con su rizo todo el aceite restante.
Y otro detalle a tener en cuenta, su tamaño. Suelen presentarse entre los 100 y los 200 ml. por lo que duran y duran. Así que resultan realmente muy rentables.
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