La estrecha diferencia entre los partidarios del sí (48,7%) y los del no (51,3%) refleja, para el presidente, que aún mantiene un fuerte apoyo, pese a que hace un año y medio ganó las elecciones con un 61% del apoyo. “Seguimos teniendo un voto duro de casi el 50% entre tanta guerra sucia y conspiración interna y externa. La derecha no ha tenido un debate ideológico ni programático”.
Aunque no lo mencionó explícitamente, uno de los casos que más ha dañado su imagen y al que se refiere cuando habla de “guerra sucia” es elcaso Zapata: Morales tuvo que admitir que había tenido un romance y un hijo (que falleció) con Gabriela Zapata, lobista de las empresas chinas que trabajan para el Estado. El Gobierno se esforzó en tratar de desmentir la existencia de tráfico de influencias, el asunto melló por primera vez de forma directa la imagen de Morales.
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