Los arquitectos tienen la capacidad para sorprendernos con edificios que parecen imposibles. En muchas ocasiones aceptan los retos de diseñadores que proponen proyectos a sabiendas de que no son fácilmente realizables y, si son viables, su desorbitado coste los convierte en una utopía.
Ese es el caso del ‘Refugio del acantilado’, una impresionante vivienda que nace del interior de la piedra y acaba con unas espectaculares cristaleras que cuelgan sobre el vacío, diseñada por el artista visual estadounidense Alex Hogrefe.
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