Julio Cesar Cardona conoció al párroco José Elías Lopera hace 26 años. Lopera era el sacerdote del colegio donde Julio, un niño de 16, adelantaba sus estudios de bachillerato.
Cuenta Julio que la guía y el apoyo económico y espiritual que recibió por parte de Lopera fue fundamental para que naciera en él un interés por el cura, que para la fecha tenía 52 años.
Lopera también era el párroco de la iglesia Santa María de los Ángeles, una de las más concurridas del sector del Poblado de Medellín.
Julio Cardona, hoy de 42 años, actualmente adelanta un pleito judicial contra Lopera. Exige del padre una suma superior a los 1.500 millones de pesos. Según Cardona, este dinero le pertenece como dividendos de los bienes que se han adquirido a lo largo de 20 de relación sentimental.
Cuenta Julio, en una entrevista que le concedió a La W, que su relación con el cura se acabó en 2012. Dice que Lopera lo abandonó después de haber sufrido un accidente, provocado por un ritual de santería aconsejado por el mismo cura.
El hombre le contó a La W que Lopera le advirtió llevar a cabo un ritual para limpiar pecados que consistía en bañarse con alcohol dentro de una tina y luego quemar el líquido que había limpiado su cuerpo. Cardona le prendió fuego al recipiente pero las llamas lo alanzaron y su cuerpo sufrió quemaduras.
La relación de Cardona y el cura fue, según el denunciante, un secreto a voces en el Poblado y en la casa cural de la iglesia. Dice Cardona que los testigos de su relación amorosa con el padre Lopera son sus familiares, amigos muy cercanos y algunos trabajadores de la parroquia que conocían las andanzas del cura.
Cuenta Julio que Elías, como él lo llama, le pagó el colegio, la universidad, le daba alrededor de ocho millones de pesos mensuales para su manutención, le pagaba sus lujos y mantenía a su familia con dineros que provenían de los feligreses y de ofrendas millonarias que Lopera recibía.
Julio dice que durante su relación el cura amasó mucho dinero representado en efectivo y bienes. Denuncia también que el párroco, desde que inició el pleito en la fiscalía, pasó varios bienes a nombre de algunos familiares de su actual novio, un hombre al que identificó como Santiago.
Cardona narró que el cura ya le entregó 600 millones de pesos, pero que le debe 900 más. Dice que luego de haberle exigido dicha cantidad el cura le envió un sufragio de la parroquia acompañado de dos proyectiles. El hombre identificó el gesto como una amenaza de muerte si seguía exigiendo dicha cantidad de dinero.
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