Shan y Alan James tienen una granja en Penrhyncoch, Cerdedigion, alnorte de Gales, donde tienen alrededor de 3 mil ovejas y por supuesto perros ovejeros que les ayuden a controlar el rebaño, entre ellos Pero, el protagonista de esta historia
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Hace un tiempo recibieron la solicitud de una granja en Cockermouth, Cumbria(casi en la frontera con Escocia) por uno de sus perros ovejeros que trabajara bien con una pequeña cantidad de ovejas y a lado de una bicicleta.
La opción fue Pero, un perro de cinco años, que partió hacia Cockermouth a finales de marzo, aunque según reportes de los nuevos dueños el animal no se acoplaba, incluso no quería trabajar.
El nueve de abril, los granjeros de Cumbria reportaron a los James que Pero se había perdido un día antes, aunque con el chip que tenía el animal esperaban encontrarlo pronto.
En días nadie lo vio por la localidad de Cumbira, hasta que 13 días después de la llamada telefónica, Pero apareció en la granja de los James, como si nada hubiera pasado.
Los dueños se llevaron una grata sorpresa, aunque claro les gustaría comprender cómo es que el perro logró recorrer 333 kilómetros y encontrar su casa.
Algunos expertos señalan que este tipo de trabajadores tienen un sentido de la ubicación muy desarrollado y una memoria impresionante, lo que podría haber ayudado al canino.
Esta no es la primera vez que una notica así se da a conocer, en 2012, un labrador recorrió 800 kilómetros entre Virginia y Carolina del Sur para reunirse con su dueño.
Definitivamente los perros nos sorprenden cada día más.
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